La Primera Comunión

La Primera Comunión

¿Qué es la primera comunión?

La Primera Comunión es una ceremonia importante en la vida de todo niño. En ella, se recibe el Sacramento de la Eucaristía transformado en pan (hostia) y en vino; símbolos que remiten al cuerpo y la sangre de Cristo.

Como su palabra indica, comunión proviene del latín “communio” y significa “participar en común”. Es un momento en el que se reúnen familiares, amigos y personas que comparten creencias religiosas afines, para celebrar esta unión entre el hombre y Dios.

“Es una etapa en la que ellos definen valores éticos, morales y espirituales, y debemos guiarlos para que estos valores perduren con el tiempo”.

Requisitos para hacer la primera comunión

  • Haber sido bautizado en la Iglesia Católica y presentar una copia del Certificado de Bautismo Católico del niño o niña (por favor guarde y digitalice el documento para uso futuro).
  • Tomar las clases de catecismo durante un período de 3 años, generalmente comenzando a partir de los 7 años de edad.
  • Prepararse y participar del sacramento de la Confesión.

Elementos importantes para la Primera Comunión

Como padres, es bueno conocer el significado de aquellos elementos que nuestros pequeños llevarán durante su primera comunión para poder explicarles mejor, el sentido de los mismos.

  • El Rosario: Simboliza el compromiso de rezar el rosario para lograr la conversión de pecados, la unión familiar y la paz mundial, depositando la confianza de los niños en la Virgen María como su Madre Celestial.

  • El Crucifijo: Se entrega a cada niño y a cada niña en su Primera Comunión para recordar que a partir de ese momento, se siguen las enseñanzas de Jesús, tomando cada uno su propia cruz.

  • La Biblia: La vida del pequeño comienza a ser guiada por la palabra de Dios a través de este libro sagrado. Deberá comprometerse a leerla con frecuencia para conocer mejor a Jesús y de esta manera, tomarlo como modelo para su vida.

  • La Medalla: como testimonio de sus promesas bautismales, cada niño llevará colgada su medalla de bautismo, para renovar dichas promesas en el día de su Primera Comunión.

  • La Vela: Al inicio de la Liturgia, todos los niños y las niñas llevan en su mano una vela blanca que se enciende con el Cirio Pascual. Al realizarlo, cada uno estará recibiendo la luz de Cristo que representa la guía que los iluminará en sus pasos hacia la vida eterna, asumiendo el compromiso de ser ellos también, una luz en el mundo.

  • El Traje de Niño: Generalmente los varones se visten de traje y corbata como también puede llevar un pantalón azul o negro, acompañado de una camisa blanca. Algunas personas prefieren vestir al niño totalmente de blanco.

  • El Vestido de la Niña: Un vestido blanco largo es el clásico de las niñas, puede estar adornado con flores, encajes o bordados. El color blanco simboliza la pureza y la sencillez (también se puede optar por un color beige o rosado). En la cabeza, suele colocarse una corona con flores muy pequeñas.

 

Referencia

¿Qué necesitas para hacer la primera comunión? (juaninos.org.mx)

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La importancia de inculcar buenos modales

La importancia de inculcar buenos modales

La importancia de inculcar buenos modales, los modales tienen un peso significativo en la formación y la aplicación de las leyes. Son ellos los que pueden generar irritación o suavidad, corrupción o pureza, exaltación o degradación, barbarie o refinamiento en la sociedad. Su calidad puede tanto fortalecer como debilitar la moralidad.

Los modales son pequeñas expresiones de moralidad que a veces subestimamos, pero que con el tiempo adquieren importancia. Son las maneras cotidianas en las que demostramos respeto hacia los demás y promovemos relaciones sociales armoniosas. Constituyen el tejido moral de nuestra convivencia con los demás, reflejando nuestro respeto y gratitud hacia ellos.

Educar a tus hijos en buenos modales puede ser desafiante, pero es tan crucial como enseñarles hábitos como cepillarse los dientes o hacer la cama. Con dedicación y paciencia, cualquier niño puede aprender a comportarse con educación. Verás cómo es gratificante cuando otros niños reconozcan y elogien el comportamiento respetuoso de tu hijo.

Los principales buenos modales

Aquí tienes una lista de comportamientos y acciones que contribuyen a una convivencia armoniosa y respetuosa:

  1. Expresar gratitud y cortesía de manera espontánea (por favor y gracias).
  2. Saludar al entrar y despedirse al salir de cualquier lugar.
  3. Evitar el uso de gritos, palabras groseras o un lenguaje vulgar al dirigirse a los demás.
  4. Abstenerse de hablar mal de otros y de burlarse de ellos.
  5. Mantener silencio cuando sea necesario, sin interrumpir.
  6. Solicitar permiso antes de realizar alguna acción.
  7. Ser puntual en compromisos y citas.
  8. Dar prioridad a las personas mayores al ceder el paso.
  9. Mostrar preocupación por los demás y ofrecer ayuda cuando sea necesario.
  10. Respetar las posesiones de los demás.
  11. Mantener orden en el entorno personal.
  12. Mantener una buena higiene personal.
  13. Cubrirse la boca al toser.
  14. Evitar acciones como hurgarse la nariz.
  15. Consumir líquidos sin generar ruidos molestos al sorber.
  16. Lavarse las manos antes de las comidas.
  17. Sentarse de manera adecuada en la mesa.
  18. Responder de manera educada al ser ofrecido algo, ya sea con un «no gracias» o un «sí por favor».
  19. Comer a un ritmo apropiado y masticar con la boca cerrada, sin hablar mientras se mastica.
  20. Utilizar cubiertos y evitar tocar los alimentos con las manos.
  21. Colaborar en el orden y limpieza después de las comidas.
  22. Pedir disculpas cuando se comete un error.
  23. Tocar las puerta antes de ingresar a una habitación cerrada.

El hogar, un lugar donde florecen los buenos modales y los valores fundamentales. 

Cuando un niño llega al mundo, los padres se convierten en sus primeros y más importantes maestros. ¿El secreto? Educar con el ejemplo, comunicación constante y dedicación inquebrantable.

En el núcleo de la relación entre padres e hijos reside el amor, el respeto y la confianza. Cuando se trata de correcciones, la pedagogía positiva nos enseña que el elogio de las virtudes es más efectivo que la crítica de los errores.

Crear una voluntad fuerte en los niños requiere una combinación de firmeza y constancia por parte de los padres. Este enfoque no solo moldea buenos modales, sino que también fomenta la autonomía y la responsabilidad en los niños. Cuando nuestros hijos actúan con buenos modales, provocan una respuesta positiva de otras personas. Serán más felices, seguros y preparados, cuando llegue el tiempo y ellos se vuelvan padres de familia, enseñaran los modales progresivamente. Con su comportamiento cortés, va a ayudar a crear una sociedad más considerada y educada.

 

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